Divorcio por sorpresa...

Adela vino a mi consulta porque su esposo con quien llevaba varios de matrimonio sorpresiva y espontáneamente le confesó que no quería seguir con ella porque le daba pena salir con ella y porque tenía ya otra persona en su vida; a pesar de que ya habían pasado unos meses desde su separación, ellos mantenían contacto por negocios y asuntos que tenían en común incluyendo entre ellos los pequeños hijos del matrimonio previo de él que habían entablado una fuerte amistad con mi consultante, lo cual era una de las dificultades que tenía ella para sobrellevar la separación; a pesar de que ella hablaba natural y tranquilamente sobre cómo sucedieron los eventos y declarar que ya lo había superado, al cerrar los ojos y volver a esos momentos, su cuerpo mostraba malestares, que indicaban lo contrario.

En un proceso de tan solo tres sesiones con Metodología AONC pudo darse cuenta que el dolor de la partida de su ex, no se debía solamente a la traición y el engaño sino, al vacío emocional de su infancia que él llenaba hasta el momento; al ir hasta ese vacío emocional y liberarlo, el duelo comenzó a sanar real y rápidamente.

Es así que para la tercera sesión pudo liberar totalmente el vínculo emocional con él y moverse en su vida; esto se vio reflejado en que su peso corporal se redujo naturalmente sin dieta ni ejercicio y la verdadera prueba vino cuando él, una semana después de haber terminado el proceso apareció nuevamente para pedirle que lo recibiera pues su nuevo amor le había dejado esta vez a el, a lo que mi consultante se negó con absoluta serenidad y calma. Hoy son amigos y siguen compartiendo sus temas de negocios y ella sigue conservando su amistad con los hijos de él, pero su corazón está ahora libre para comenzar de nuevo sin prisa ni pausa, por supuesto.

A veces creemos que dejar pasar el tiempo es sanar las heridas pero realmente es dejar que se envejezcan; un verdadero duelo requiere la observación profunda y consciente pero sin drama ni victimización del dolor y neutralizarlo para sanar completamente.

Los nombres, edades, ciudades y géneros de los protagonistas pueden haber sido cambiados para proteger la confidencialidad de la historia personal del consultante.